La gente tiende a decir que
cuando una persona muere no se lleva nada,
como me encantaría que así fuese.
Sería todo mucho más sencillo,
no costaría tanto poder dormir
y costaría tanto poder soñar, y
luego de dormir cuesta levantarse
cuesta entender porqué todo sigue
su curso como si nada hubiese pasado
Y aquello, aquello es lo que
me hace sentir que somos ínfimos
insignificantes, el que todo siga
Normal, que el mundo siga gritando
que el sol y la luna sigan saliendo,
que los pájaros sigan cantando, sin
importar que el dolor. Sé que bajo
mi lógica entonces el mundo debería
vivir congelado, pero quizás es lo mejor,
no se escapa de lo habitual,
si las personas son cada vez más frías
más apáticas. El lugar donde
a nadie le interesa como uno se siente
"Cómo estás" no son más que dos palabras vacías
que no significan nada,
que las personas tienden a decir por compromiso
A muy poca gente le importa cómo uno se siente
A las personas les resulta interesante alguien
indiferente, antes que la empatía,
ya que asimilan que la empatía es debilidad
y que nadie quiere formar parte del bando
de los débiles. Y me mintieron
al decirme que los muertos no se llevan nada
Cuando perder a alguien equivale a arrancar
un trozo de tu alma, amputarte un brazo
sin anestesia, que te arrebaten las ganas de seguir
yendo hacia adelante y que te preguntes
si realmente lo que haces vale la pena
las cosas empiezan a perder sentido,
lo que te hacía feliz ya no lo hace
y lo único que uno quiere
es no sentirse más de aquella manera,
o directamente no sentir.
Lautaro Fernández
ES.47 - 4°B - 2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario