4:50 de la mañana


(fragmento)

    A veces no me entiendo, soy infantil aunque tenga la personalidad fuerte. Soy muy sensible pero a veces me pongo seria, por muchas ganas de llorar que tenga. Hablo mucho pero hablo poco a la vez, siento un vacío pero por alguna razón mi cerebro piensa que lo puedo llenar con comida, y eso me da más ansiedad. Mi corazón es tan débil que con sólo ver llorar a alguien se ablanda, y de un perrito que en la calle tiene hambre y anda perdido... Me siento incapaz de amar, mi corazón puede ser muy amplio, pero también está muy dañado y pisoteado por personas que pasaron, entonces al intentar amar mi corazón se hunde, se asusta, siente una inseguridad inmensa (...)

    Al final es como todo... el nunca más nunca se cumple y el para siempre se termina, todo esto lo escribí tras dieciséis años, recién hoy puedo ver cómo son las cosas realmente.

    Esto me lleva a un día en la escuela anterior, la profesora nos hizo hacer un juego psicológico, yo tenía que abrazar a esa nena interior, a mí misma, y lo único que pude hacer fue llorar, no podía, me dolía mucho verla, ese dibujo que hice, tan lido, la profesora lo analizó, ya que tenía determinadas cosas que le llamaban la atención, me dijo: "esto sos vos, porqué lo mostrás así con ese mal humor, con odio específicamente (...)

Victoria Gaitán
ES. 75 - 5to

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